Reiniciar el sistema

"Es posible que para nuestros jóvenes los modelos a seguir e imitar sean otros: médicas, enfermeros, celadores, sanitarios en general", opina la acaldesa de Rubí

Confinados. Físicamente, pero en muchos momentos, de forma inevitable, mentalmente. Revisando nuestro presente, preparándonos para el futuro próximo, que llegará abriéndose paso con urgencias, con retos totalmente nuevos. Con retos que debemos afrontar como sociedad, unidos.

Abrir puertas y cruzar umbrales será el equivalente a apretar el botón para resetear el sistema: el individual, el colectivo, el laboral, el social.

Tal vez, al reiniciarlo, se hayan producido cambios en nuestro sistema operativo.

Es posible que para nuestros jóvenes los modelos a seguir e imitar sean otros: médicas, enfermeros, celadores, sanitarios en general.

Podría ser que las futuras estudiantes refuercen su compromiso para elegir las ciencias, la investigación, la tecnología. La humanidad no puede perder el 50% de esa fuerza de trabajo que ahora –por si alguien lo dudaba- sabemos indispensable.

Hipotéticamente, las relaciones vecinales muten a sistemas no solo de cohabitación pacífica, sino verdaderas redes de cooperación de proximidad.

Con certeza, habremos entendido de la necesidad de tener una educación y sanidad públicas fuertes y saludables, y de la obligación como ciudadanos y ciudadanas de contribuir a ello.

Con alegría, será el momento justo de agradecer, abrazar, compartir y homenajear; todo ello no para cerrar una etapa, si no para abrir otra en la que todos nos entendamos mejor, ya que tendremos una misma herida que curar.

Seguramente habremos aprendido a discernir entre quienes ayudaron en lo que pudieron a salir del atolladero y quienes decidieron mirarse el ombligo para pasar el rato, o, peor aún, poner trabas continuamente.

Acaso será el momento de sentirnos orgullosas ciudadanas y ciudadanos de Rubí, de cómo hemos afrontado esta crisis, de cómo hemos revalidado nuestro título de ciudad solidaria, de cómo hemos sentido y acompañado a los afectos y afectadas, cómo nos hemos abrazado y consolado en la (pequeña) distancia.

Sin duda, abriremos las puertas, y ese será el momento de apreciar y respetar, con un compromiso renovado, todas las vidas.

Indudablemente, estaremos preparados.

Reiniciaremos el sistema.