Escrito en respuesta a la publicación de "El Gran Retroceso"

"Utilizan la excusa del edificio dotacional para hacer un simple populismo político", opina SJPS, veí de Sant Jordi Parc

Sobre “El Gran Retroceso” de la Sra. de Pablos de En Comú Podem Rubí, publicado el 23 de julio en la publicación TOT Rubí.

En este artículo, donde la autora se vanagloria pomposamente para insultar a un barrio entero etiquetando a los vecinos de Can Fatjó de racistas y machistas, y por ende a otras 7 asociaciones de barrios de Rubí, permítanme que redacte estas líneas para contestarle, eso sí, en mi caso sin necesidad de insultar a nadie.

Vivo en Sant Jordi Parc y por cercanía voy muy a menudo a comprar a Can Fatjó, y me encuentro gente sencilla, trabajadora y amable, que pasa penurias y que intenta día a día mantener a sus familias, con sus preocupaciones y problemas, y con las que me identifico mucho más que con usted.

En primer lugar cada vez me sorprende más, como en el artículo de la Sra. de Pablos, ver a ciertos políticos que empiezan sus discursos citando a grandes filósofos o grandes personalidades del pensamiento humano y la cultura, no sé por qué lo hace, para sentirse superior a los demás, para trasladar al lector la gran cultura que tiene y por tanto que lo que va expresar es irrefutable, o simplemente para justificar lo que va a decir a continuación, porque sus palabras no tienen ni fondo ni contenido. Particularmente creo que en este caso se dan todas las casuísticas.

Pues permítanme que haga lo mismo, y es que ya lo dijo Aldous Huxley, que “cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”. Porque si no quiero pensar mal, puedo achacar el patinazo de la Sra. de Pablos a la ignorancia, que se puede perdonar, pero que no es un buena compañera en política. Y es que en su noble lenguaje, se le ha olvidado explicar que en el barrio de Sant Jordi Parc están proyectadas diversas viviendas dotacionales, destinadas a jóvenes y a personas mayores, y que la manifestación que usted describe, y que tanto le disgusta, si se hubiera informado bien, sabría que está destinada a protestar por un tema urbanístico, por una modificación del planeamiento urbanístico de nuestro sector que afecta a tres parcelas de nuestro barrio, y en la que en una parcela va destinada para uno de los edificios de viviendas sociales proyectadas en el barrio, del resto de viviendas sociales que se pretende edificar en nuestro barrio no había ni una sola pancarta, por lo que el discurso que ustedes y des del Ayuntamiento intentan propagar por todo Rubí para dar la imagen de que aquí no queremos a gente “pobre” es una manipulación de lo más burda que se me ocurre, porque si usted está en lo cierto ¿por qué no estamos en contra de todos los edificios dotacionales que van a construir?

Por cierto, le recuerdo que en nuestro barrio desde hace tiempo que ya tenemos edificios sociales y convivimos perfectamente, por eso no se preocupe.

Informarle que a causa de estos proyectos municipales se van agotar todas las parcelas dotacionales de las que disponemos, y si consulta el plano de equipamientos que ofrece el OpenData municipal podrá comprobar que Sant Jordi Parc es el único barrio que no dispone de ningún equipamiento municipal, de hecho ni un triste local social para la asociación, perdón tenemos solo un CAP pero bajo su mínima expresión, y con las edificaciones proyectadas nunca dispondremos de nada más. Situación que se puede transpolar a Can Fatjó y a las urbanizaciones.

También informarle que hemos intentado negociar con el ayuntamiento una reubicación de uno de estos edificios dentro de nuestro propio barrio, pero de manera que en alguna de las parcelas dotacionales puedan aprovecharse algún proyecto con cara y ojos que el Ayuntamiento había prometido des de hace años pero que nunca se han materializado. Queremos también las mismas condiciones que cualquier barrio de nuestra ciudad, y es creo que pedir esto no es delito.

La realidad es que el Ayuntamiento, y viendo como usted se expresa se confirma, nunca ha querido saber nada de los más de 3.700 vecinos de Sant Jordi Parc, dada la falsa imagen que se proyecta de nosotros, y  adicionalmente a los vecinos de Can Fatjó.

Clase obrera, en este sentido me sorprende como les gusta prostituir esta palabra a su grupo político, pues ya no es un vocablo que se pueda buscar en el diccionario, sinó que son ustedes los únicos que pueden designar quién entra y quién no en esta definición, según les convenga. Por ello permítame que le explique: el que le escribe es mileurista, después de trabajar más de 30 años, en mi rellano tengo a un pintor (de brocha gorda), una limpiadora de casas, un comercial, más abajo una persona que se levanta cada día a las 5 de la mañana para ir a trabajar a una fábrica, una profesora, una persona que está en un ERTE ...., no vive ningún directivo de La Caixa, ni ningún consejero delegado de ninguna gran empresa, pero puedo estar equivocado, ya que no conozco a todos los vecinos de mi barrio, igual en el edificio que tengo enfrente, ah no, que es de protección oficial, igual el que tengo al lado, a tampoco, que también es de protección oficial, en fin, igual dos calles más allá vive algún aristócrata camuflado.

Pero de lo que estoy convencido es que todos los que están insultándonos por prensa y por redes sociales con su mismo mensaje, por dar un ejemplo como la persona del Servei d’Habitatge municipal que va rondando por Facebook insultando, manipulando y metiendo cizaña, y ciertas personas cercanas al equipo de gobierno, tienen unos sueldos muy alejados a los de muchos de los trabajadores que residen en nuestro barrio.

También tendría que saber que también tenemos hijos que tendrán las mismas dificultades para encontrar una vivienda de alquiler asequible, dado que nuestra clase política es incapaz de regular este sector económico, pero este es otro tema.

Puede ser que por nuestros trabajos ya no podamos ser considerados clase obrera, ustedes dirán, pero ricos le aseguro que tampoco lo somos, y que se permita el lujo de profetizar nuestra capacidad solidaria y nuestra empatía social me parece un poco más que atrevido, por utilizar un eufemismo. Manifestar que somos los ricos de Rubí que no queremos saber nada del resto de la población y sus miserias, o es de una bajeza notable, o bien es una manipulación para justificar un proyecto que nosotros ponemos simplemente a disposición del ordenamiento jurídico.

Y es que en este planeamiento urbanístico, no se produce por un hecho natural, de necesidad y desarrollo funcional, y se debe explicar cuando y porque se produce, y advertir su rendimiento político y quien hace uso de él. Y es que ustedes utilizan la excusa del edificio dotacional para hacer un simple populismo político, justificar cualquier razonamiento contrario a sus ideas con una respuesta tan simple, y reitero que falsa, de que somos unos ricos protestando porque no queremos a pobres viviendo en nuestro barrio. Creo que en las líneas anteriores queda clara la situación.

También insinúa que esta protesta está politizada, “se cree el ladrón que todo el mundo es de su condición”, y lo digo en el sentido amplio del refranero, ya que si se lee otra vez su artículo queda claro que es lo que sí está politizado, pero no se preocupe tampoco, nosotros somos ciudadanos normales que no pertenecemos a ningún partido político.

Y por último, da la sensación que en la política se cumple la ley física del entrelazamiento cuántico, y es que tomando como referencia el escrito de la Sra. de Pablos, con insultos, manipulaciones, populismos y una gran dosis de cizaña, estas “maneras” no están muy alejadas a las de su partido político antagónico, el de las tres letras, ya que se utilizan las mismas herramientas para dar forma a sus discursos.

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